Edificio más emblemático de Chipiona, de estilo neogótico. Erigido sobre una antigua fortaleza cuyos propietarios los Ponce de León, Señores de Chipiona, lo donaron a los monjes agustinos en 1399 y éstos estuvieron hasta la desamortización de Mendizábal en 1835.

La patrona de Chipiona, la Virgen de Regla fue trasladada a la parroquia de la localidad donde permanecieron 17 años y fue gracias a los Infantes de Orleans su devolución al templo restaurado en 1851.

El castillo sufrió múltiples modificaciones, hasta que finalmente se ordenó derribar en 1904 para construir el Santuario neogótico que pertenece a la orden franciscana.

Destaca su escalera imperial que conduce al claustro mudéjar del siglo XV, los sótanos abovedados, los muros decorados con azulejos de Triana de 1640, el museo, la biblioteca y el Camarín de la Virgen.

Según la leyenda la imagen data del año 300 d.c. y fue mandada a construir por San Agustín, obispo de Hipona, ciudad situada en África, de ahí el color de piel de la virgen. De cómo llegó a Chipiona, la tradición cuenta que, saqueada Hipona por los vándalos, los discípulos de San Agustín, huyeron en una barca con la imagen de la Virgen hasta que el mar les llevó al promontorio de Chipiona el 2 de julio del año 443.

Si hablamos del Santuario y no de la Virgen de Regla nos quedamos a medias. Las fiestas patronales de Chipiona se celebran cada 8 de Septiembre, y gracias a la veneración que Rocío Jurado tenía por ella y a la que siempre acudía, es conocida en toda España.